La industria musical y sus cambios que dan nota
La industria de la música ha afrontado grandes cambios en los últimos años, pues sin duda ha sido una de las industrias más afectadas por el avance tecnológico y las nuevas formas de consumo, pero esto no la ha minimizado, todo lo contrario, hoy en día sigue siendo uno de los sectores más importantes dentro de las industrias creativas.
Sin embargo, estos cambios actuales la han obligado a redefinirse, pasar de ser una industria principalmente disquera a apoyarse en formatos digitales, y los músicos de contar con grandes discográficas que lo apoyen, se han fortalecido como emprendedores que deben aprender a manejar su talento como negocio y buscar las formas de promocionarse a través de la redes y el contacto directo con sus seguidores.
Muchos afirman que esta industria está en crisis, pero no hay nada de cierto en ello, pues como señala Julián Woodside esto ocurre porque suelen confundirla con la industria discográfica, pero en realidad es una de las industrias más productivas debido a los vínculos que ha desarrollado con las demás industrias del entretenimiento. (1)
Para evidenciar esto en datos se puede mencionar que en el 2015 la música digital por primera vez presentaba un ingreso de 45% de la totalidad de ingresos de este sector, quedando por encima de los formatos físicos y además de esto aumentó también el consumo e ingreso musical en general, ya para el año 2014 las ventas digitales generaban 6,9 millones de dólares en el mundo, lo que se traduce en un crecimiento del 10,2% (2)
En Latinoamérica la industria musical también ha experimentado un amplio crecimiento , tanto que por cinco años consecutivos ha sido la región con mayor aumento de ingresos por música grabada (11,8%).En Chile por ejemplo, el número de empresas musicales creció un 536% entre los años 2005 y 2013, llegando a más de mil microempresas; asimismo, el número de trabajadores dependientes en este sector llegó a 2.186 para el año 2015, significando un crecimiento de 436% en comparación al 2013. (2) Tanto han comprendido los cambios en esta industria que actualmente la Universidad Alberto Hurtado ofrece un diplomado de emprendimiento en música e industrias de la música.
En relación a Venezuela Willian Padrón (3) señala que actualmente no existen sellos nacionales. Esto ha traído como consecuencia que los artistas venezolanos no se preocupen por buscar contratos discográficos. Entendieron que ser independientes era la solución y se adaptaron para desarrollarse y mantenerse. Esta característica es precisamente la que hace relacionar al músico con el emprendimiento, ya que estos artistas deben hacer de su talento una idea de negocio rentable y hacer de sus nombres marcas personales que puedan posicionarse en un mundo cada vez más competitivo. El músico ha pasado a ser el autogestor de su talento y quienes comprenden esto son los que están logrando avanzar dentro del mercado.
Es por esta razón que el músico se está inclinando cada vez más a abandonar los esquemas antiguos del negocio musical y comprender las nuevas formas de distribución y comercialización de su música, la que implica muchas veces ofrecer sus productos de forma gratuita en las redes sociales o plataformas
musicales para poder darse a conocer, y de esta forma buscar otras formas de rentabilidad.
Sin embargo, existe también una resistencia a abandonar los formatos físicos y hacer de la música algo intangible, esto a su vez se ha traducido en un interés por lo vintage, por darle valor a las formas como se ha disfrutado la música durante años, tanto que a pesar del marcado crecimiento por el consumo digital las diferencias entre ambos formatos es bastante leve.
Es así como más allá de cerrar posibilidades, la industria musical ha abierto sus opciones, fortaleciéndose y ofreciendo diversas alternativas tanto para los creadores de música como para quienes la consumen.
Melany Kors
@korsmelany
Fuentes consultadas:
(1) Woodside, Julián. Apuntes sobre la industria musical en México.
(2) Clemente, Raul. http://promocionmusical.es
(3) Padrón, William. El negocio de la música en Venezuela. Debates IESA. Volumen XVIII, número 4.